SIMPLEMENTE YO

EL UNO DE ABRIL DE MIL NOVECIENTOS SESENTA Y NUEVE EMPEZO TODO...



jueves, 23 de septiembre de 2010

Desde la mas absoluta admiracion

Cuando hablo de mis abuelos, hablo desde la mas absoluta admiracion. Hay dos cosas, que doy gracias en mi vida; una tener la madre que tengo, y otra haber disfrutado de mis abuelos. Cuento historias que me cuentan y algunas que he vivido, y contare cuentos, que he imaginado. Siempre desde el respeto. Mi abuelo Atanasio, no pasó por la vida, como xxxxxxxxxx, más si acaso como quijote.
 No sabía leer ni escribir. Y cuando venía de trabajar del campo, con tan solo doce años, propuso a un compañero de juegos, un intercambio;  tú me enseñas a leer y escribir, o yo te hago una pelota. Así fue, como con la ayuda de su amigo, y un libro que encontró, en algún lugar perdido, pudo cumplir un sueño; intentar ser un niño normal.
El libro, tenía una frase que no hacía más que repetir: Quijote, que vas quijote ando, Quijote, que vas quijote ando… Y así se quedo, toda su vida, con Quijote de tanto repetirlo.
Anécdotas, vivencias, que no podemos negar. Como dije en una de mis entradas anteriores, somos lo que somos gracias a personas como ellas.  Y Yo no me avergüenzo de lo que vivieron, ni lo que fueron.
Pero si tengo que dejar una cosa clara, es que lo único que quiero contar, es mi vida, no la de los demás. El recuerdo es una de las más fascinantes operaciones de nuestra mente. Y Yo quiero recordar, honrando su memoria, a todas aquellas personas que para mí fueron importantes.
Y si con ello, despierto la curiosidad de los miembros más jóvenes de mi familia, y se hacen preguntas, pediría a todos aquellos que tienen más edad, que compartan sus recuerdos. Es una buena forma, de que no caigan en el olvido…
Desde lo más hondo de mi corazón, lo siento si alguien se ha ofendido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario