SIMPLEMENTE YO

EL UNO DE ABRIL DE MIL NOVECIENTOS SESENTA Y NUEVE EMPEZO TODO...



viernes, 10 de septiembre de 2010

de donde soy

De donde soy….




Cuando me preguntan, de donde soy?, digo de Barcelona. Es curioso solo viví allí, cuatro meses. Y para ser más exactos, los viví en Castelldefels. El resto de mi vida, repartido entre Valencia, Palma de Mallorca, y Pozoseco (Cuenca).


De mis primeros cuatro meses de vida, los únicos recuerdos, que tengo, que no son míos, son las anécdotas de mi madre. Digo que no son míos, por algo muy evidente. No conozco a nadie que recuerde algo de lo vivido con cuatro meses de vida. Simplemente lo que sucede, es que entre fotos en blanco y negro, y cuentos de mi madre, me he creado unos recuerdos en el subconsciente, que puedo describir, con todo lujo de detalles.


El apartamento donde vivíamos era pequeño, pero acogedor, rodeados de arboles plataneros. Ubicado a escasos metros de la playa, y cercano al lugar de trabajo de mi padre. Este trabajaba doce horas diarias, entre fogones, en el restaurante La Pineda. Para paliar la soledad de mi madre, todo el día a mi cuidado, y disfrutar de su poco tiempo libre, se compro una tv. Si podía disfrutar de un capricho, no se lo pensaba. Puede parecer una tontería, pero en aquella época (finales de los 60), éramos de los pocos, que teníamos una, en toda la escalera. Gracias a la tv, surgió una gran amistad, entre mis padres, y una pareja vecina. Mi madre carente de vida social, entablo cierta amistad con una chica, joven, y muy delgada, del piso de enfrente. Ella era estudiante de magisterio, y estaba recién casada. Muy bien educada, y según me comenta mi madre, proveniente de una familia burguesa. Se caso en contra de su familia, con un estudiante y sin un duro. Mi madre, y Pilar, este era su nombre, dos mujeres antagónicas, pero unidas por un punto en común, la soledad.


Esta amistad ha durado hasta hoy, incluso de pequeño, fui a veranear a su apartamento en castelldefels, en el año 1975. Recuerdo que nunca había visto unas literas, y cosas de críos, me emperre en dormir en la de arriba… A media noche, no paraba de dar vueltas, motivado por la extrañeza de la cama, y ocurrió lo peor. Me di un guantazo tremendo, y me hice mi primer esguince de muñeca.


Experimente el dolor por primera vez. Este recuerdo si es mío, nunca se me olvidara. Arruine las maravillosas vacaciones a mis padres, y di la nota por primera vez. Y no seria, la ultima…..

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